Mamas tuberosas
Las mamas tuberosas o pechos tubulares son un conjunto de anomalías congénitas benignas que afectan al pecho femenino. No se trata de una patología que haya que tratar con urgencia, pero tiene consecuencias estéticas muy evidentes, que pueden provocar problemas de autoestima e inseguridad.
El pecho tuberoso es una malformación congénita que se muestra en la adolescencia cuando se produce el proceso de formación del pecho. Puede darse en uno de los pechos o en ambos, y la causa suele ser una alteración tanto en el tejido que se encuentra alrededor de la glándula mamaria como en en la propia glándula mamaria, haciendo que sea demasiado rígido e impidiendo su desarrollo habitual.
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Anestesia
Local y sedación
Duración
2 horas y media
Recuperación
15 días
Quirófano
Ambulatorio sin hospitalización
Hospitalización
No es necesaria
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Resultados
Antes y después de una operación de mamas tuberosas
La única solución posible a un problema con mamas tuberosas es una operación. Los resultados son, en su mayoría, satisfactorios. La malformación se repara y el resultado se mantiene a largo plazo, por eso la mayoría de las mujeres que sufre un trastorno de este tipo recurre a la cirugía.
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¿Cómo saber si tengo pechos tuberosos?
Mamas tuberosas: Grados
Se distinguen varios tipos de grados de mama tuberosa, son las cuatro situaciones que se pueden presentar en un pecho tuberoso dependiendo del grado de tuberosidad.
Independientemente del grado de tuberosidad que presente la mama, una operación que integre una prótesis de senos adecuada puede hacer que las malformaciones sean reparadas de inmediato.
Grado I
Es el grado más leve de cuantos suelen presentarse. Se localiza en el cuadrante inferior interno de la mama, provocando que la areola se oriente hacia abajo. El Grado I representa hasta el 56% de los casos.
Grado II
Se trata de un grado moderado. En este caso la falta de desarrollo afecta a la parte inferior externa de la mama, produciendo una areola extremadamente abultada. Aproximadamente el 30 % de los casos corresponden al Grado II.
Grado III
La deficiencia de la piel está en la región subareolar, por lo tanto el cuadrante inferior del pecho queda limitado y la areola se dilata de forma evidente.
Grado IV
Es el grado más grave de cuantos se presentan, aunque se puede modificar por medio de una operación de mamas tuberosas. Son los cuatro cuadrantes los que han sufrido un problema de desarrollo. La areola está herniada debido a la malformación extrema del seno.
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Cirugía: duración, anestesia y hospitalización.
La única solución posible a un problema con mamas tuberosas es una operación. El análisis previo de cada caso es fundamental en este tipo de malformaciones; se evalúa cada uno de los puntos:
- Tamaño de areola existente y del que la paciente desea
- Valoración de la existencia de anillo de constricción de piel justo posterior a la areola
- Posición del surco de la mama tuberosa tanto en ancho como en altura. Hay que poner especial atención en la fortaleza de los anclajes del surco mamario al tórax ya que estos son los causantes de la sensación de doble mama en algunos casos.
- Valoración cuidadosa del tipo de mama. Generalmente son muy glandulares con poca grasa y precisan de un tratamiento especial quirúrgico para expandir el cono glandular
- Diseñar en algunos casos la cirugía en dos tiempos, porque el proceso de cicatrización y la tendencia natural del anclaje del surco necesitan un segundo tiempo de lipofilling para conseguir un resultado final estético y que la mama tuberosa quede imperceptible. En este caso, obtenemos también el beneficio de la pequeña liposucción de la zona de la que se coge la grasa para transferirla.
Habitualmente en la cirugía de la mama tuberosa se recurre al uso de prótesis para aumentar el volumen y para mantener la corrección en el tiempo, aunque en algunos casos también se puede intervenir la mama reduciendo la areola, que suele ser más grande de lo habitual, y rellenando el defecto de la base o de los cuadrantes con grasa propia, procedimiento conocido como lipofilling.
No todas las mamas tuberosas tienen el mismo grado y en base a esta evaluación y a los deseos de la paciente se elige el tipo de cirugía. En muchos casos la mama tuberosa es pequeña y la paciente solicita un aumento además de la corrección de su pecho. Pero en los casos en que hay suficiente glándula y que la paciente no desea un aumento, si existe la posibilidad de trabajar la glándula mediante cirugía y recrear la forma de una mama natural.
En estos casos es importante establecer con la paciente las expectativas y realmente cual es el tamaño y forma definitivos. El volumen final de la mama tuberosa sin prótesis es menor que lo que inicialmente parece. Esto se debe a la distribución en los cuatro cuadrantes del volumen mamario inicial, lo que resulta en una reducción de la proyección, pero en una forma mucho más natural.
También es importante marcar la diferencia de tamaño de la areola. En las mamas tuberosas ésta se encuentra aumentada y necesitamos reducir su tamaño y modificar la forma. Rodeando a la areola e inmediatamente posterior a ella se encuentra un anillo de constricción en la piel que precisa ser liberado para unificar la proyección del complejo areola pezón con el resto de la mama.
Cada caso es único, pero en general se enfocan tres puntos fundamentales de tratamiento:
- Tratamiento de la glándula tuberosa:
Hay distintas opciones para el manejo de la glándula, como las incisiones radiales o en paraguas, pero quizás sea la redistribución de la glándula, desde las zonas donde más hay (polo superior) hacia la zona de polo inferior, la que mejor resuelve la presencia de la base estrecha. Es importante considerar también determinar la altura del surco mamario porque la nueva distribución de la glándula debe también rellenar la zona inferior y generar un descenso del surco que suele estar elevado. - Colocación del implante:
El objetivo del implante es que se adapte al tamaño del pecho, manteniendo el tratamiento glandular previo, es decir, manteniendo la mama abierta y evitando que la cicatriz interna rehaga de nuevo la forma de cono. Además, también se emplea para aumentar el volumen mamario, generando una forma estética y armónica. - Reducción del anillo fibroso periareolar
En los casos más leves se puede solucionar con la extirpación de piel periareolar que secciona el anillo fibroso periareolar
Dependiendo del grado de tuberosidad, se trabaja también con lipofilling. Mediante el relleno de grasa autóloga podemos mejorar la posición del surco y dar volumen a los cuadrantes de la mama que tiene menos volumen. Incluso en pacientes muy seleccionadas, que precisan asociar implante con tratamiento glandular, se puede hacer la técnica de aumento mamario combinado en el que el volumen se consigue por una prótesis en la zona interna y transferencia grasa periférica para completar el volumen total de la mama en la zona externa.
La cirugía se realiza en la mayoría de los casos bajo sedación y anestesia local pero por el tratamiento combinado del tejido mamario y la colocación de la prótesis en algunos casos puede ser preciso la anestesia general. La duración es mayor que un simple implante necesitando 2-3 horas para el tratamiento de ambas mamas.
¿Cuánto cuesta la operación de mamas tuberosas?
El precio de una operación de corrección de mamas tuberosas en Clínica Elena Jiménez Madrid depende mucho del caso particular, estableciéndose un precio aproximado que puede variar entre los 6500 y los 9000€.
Este precio incluye las consultas previas a la cirugía, la intervención en un hospital debidamente equipado y autorizado por la Comunidad de Madrid, nuestro Programa de Recuperación Acelerada Postcirugía, en el que se incluyen 10 sesiones de drenaje linfático llevados a cabo por una fisioterapeuta especializada, y las revisiones médicas posteriores al año.
Postoperatorio y recomendaciones
El postoperatorio en nuestra clínica está muy guiado y nos acompañamos desde la salida del hospital. A parte de tener teléfonos de urgencias, os llamamos para ver cómo os encontráis hasta que acudís por primera vez a la clínica para empezar el programa de recuperación acelerada.
Los resultados son visibles desde el mismo día de la intervención. Podremos ver cómo ha desaparecido la forma tubular de la mama aunque hay que dejar pasar un tiempo para que evolucione y baje la inflamación para ver el resultado definitivo.
Existen ciertos cuidados a tener en cuenta tras la cirugía de senos tuberosos:
- Tras el alta no hay que quitar el vendaje ni realizar ninguna actuación especial por vuestra parte más que tomar los medicamentos y no realizar esfuerzos.
- La primera cura se realiza en la clínica cuando comienza el programa de recuperación acelerada.
- En el postoperatorio inmediato no se debe coger peso ni realizar esfuerzos con las brazos, es bueno caminar y dormir boca arriba.
- Debemos intentar retrasar conducir durante las 2 próximas semanas y el ejercicio que no sea caminar lo iremos introduciendo de manera progresiva desde la tercera semana.
En Clínica Elena Jiménez valoramos cada caso de forma personal para ofrecer a nuestras pacientes el tratamiento que se merecen. Es muy importante escuchar en cada caso lo que la paciente desea conseguir para proponer el mejor tratamiento adaptado de manera individual.
Cada caso de mama tuberosa es particular y recibirá un diagnóstico personalizado, la mejor técnica en intervenciones de este tipo y un servicio postoperatorio que le garantiza el mejor resultado.
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