En este post vamos a tratar de definir de un drenaje linfático después de una intervención de Cirugía Plástica. Es muy importante en Liposucciones, Abdominoplastia y operaciones de Mamas
El sistema linfático puede definirse como un tercer sistema circulatorio que reabsorbe lo que no es capaz el capilar sanguíneo, y el cual posee una función inmunitaria. Sus vasos recorren casi todo el organismos próximos a las venas y se encargan de reabsorber el exceso de líquido (edema) que se forman en los tejidos.
El drenaje linfático es una técnica de masoterapia que se engloba dentro del campo de la fisioterapia y en las técnicas de masaje terapéutico. Sus maniobras se realizan de forma suave sobre la piel, llegando incluso a lograr acelerar y redirigir la circulación linfática superficial, y sin producir dolor. ES IMPORTANTE RECHAZAR TODO MASAJE O DRENAJE QUE ACTUE SOBRE EL TEJIDO DE MANERA BRUSCA.
Los efectos son de relajación y analgesia. El objetivo final es activar la circulación de la linfa para que ésta no se estanque ni se sature de substancias de desecho o gérmenes nocivos. Las manipulaciones específicas del DLM van dirigidas a favorecer el paso de la linfa hacia los ganglios regionales superficiales, por ello es una técnica idónea para la recuperación tras las diferentes cirugías.
Liposucción: El DLM es importante para eliminar inflamación y dolor.
Mamoplastia de aumento: el DLM disminuye la inflamación del seno desde el primer día, ayudando a la paciente a sentirse mejor: Menor inflamación y menor dolor.
La abdominoplastia es la cirugía que más daño produce en el sistema linfático y por tanto la que más se beneficia de este tratamiento, es importante realizar un correcto tratamiento para dirigir la circulación linfática hacía vías alternativas de drenaje que no estén dañadas por la cirugía.
Otras cirugías que también se benefician del drenaje linfática manual son la rinoplastia, lifting, mastopexia (elevación del pecho), blefaroplastia… Como coadyuvante pueden utilizarse diferentes aparatos como la presoterapia, el lpg, los ultrasonidos, incluso el vendaje neuromuscular… pero el tratamiento principal siempre lo realizarán las manos del fisioterapeuta.
El DLM es una técnica manual que no traumatiza al tejido y que favorece la desinflamación del mismo. Por esta razón se puede realizar entre 24 y 48 horas después de la cirugía. En la Clínica Elena Jiménez se comienza el tratamiento 48 horas después de la cirugía y dependiendo del tipo de intervención durará entre 30 minutos y hora media.
El drenaje linfático post quirúrgico sólo debe ser realizado por terapeutas con experiencia y formación.
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La Doctora Elena Jiménez García es especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y está inscrita en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos (ICOMEM), en la Sociedad Española de Cirugía Plástica reparadora y Estética (SECPRE), en la Asociación de Cirugía Estética Plástica (AECEP), de la ISAPS, y de la Sociedad Europea de Rinoplastia (RSE)) -una de las más prestigiosas del mundo-, por lo que está reconocida actualmente como una de las mejores cirujanas plásticas de Madrid.