EARFOLD y OTOPLASTIA
Muchos pacientes acuden a la consulta queriendo mejorar el aspecto de sus orejas con muchas dudas sobre los resultados, el dolor, el postoperatorio…pero sobre todo sobre cuál es el mejor método para conseguirlo. Vamos a hablar sobre los dos grandes procedimientos que ha habido hasta hace muy poco, ya que uno lo han retirado del mercado: el earfold.
Aunque el earfold llegó para ocupar un lugar entre los pacientes, la evolución en el tiempo lo dejó sólo para un tipo de pacientes muy selectivo. Vamos a ver pros y contra de cada uno de ellos y por qué no hemos perdido tanto con la retirada de este dispositivo.
PROS Y CONTRAS DEL EARFOLD
El earfold es un dispositivo que buscaba hacer la otoplastia “mas sencilla y rápida”. Los pacientes que acudían a consulta preguntando por él, tenían ideas como: “no quiero pasar por un quirófano para esto”, “lo mío es corregir sólo un poco”, “no puedo pedir días en el trabajo” etc.
La realidad es que más rápida la intervención sí que era. Para un cirujano experimentado, el dispositivo se colocaba de manera rápida, con anestesia local y lo más importante era elegir a qué altura se colocaba. Pero tenia varios detalles a tener en cuenta, como por ejemplo:
- La cicatriz queda en la cara anterior
- No se puede regular la fuerza que hace el dispositivo en la oreja (y por lo tanto, cuánto la cierra).
- Por lo tanto, no todos los pacientes era buenos candidatos: precisábamos una anatomía muy concreta y mejor con piel gruesa para no notar el contorno del dispositivo.
VENTAJAS DE LA OTOPLASTIA
Una otoplastia, nos permite controlar y afinar muchos detalles que no están a nuestro alcance con un earfold.
- La cicatriz queda en la cara posterior
- Podemos regular la tensión de los puntos y conseguir la nueva posición y forma de la oreja con mayor precisión
- Se puede hacer igualmente con anestesia local
- La recuperación es bastante similar y la vuelta al trabajo va a depender en gran medida de lo que nos importe que la gente se entere de que nos hemos realizado dicha intervención.
Un buen resumen de la recuperación de una otoplastia, es:
- 5 días de tranquilidad desde la fecha de la intervención
- 3 días con un vendaje sencillo que es como una banda
- Reincorporación al trabajo en 5 días siempre que este no implique realizar esfuerzos ni coger peso.
Por lo tanto, ni la recuperación es mucho más rápida ni los resultados son superiores con un earfold. Si lo que queremos es corregir las orejas de manera definitiva y sobre todo tener un resultado natural, nuestra recomendación es sin duda una otoplastia.

La Doctora Elena Jiménez García es especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y está inscrita en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos (ICOMEM), en la Sociedad Española de Cirugía Plástica reparadora y Estética (SECPRE), en la Asociación de Cirugía Estética Plástica (AECEP), de la ISAPS, y de la Sociedad Europea de Rinoplastia (RSE)) -una de las más prestigiosas del mundo-, por lo que está reconocida actualmente como una de las mejores cirujanas plásticas de Madrid.